EDUACION PARA LA VIDA

Buscamos y buscamos soluciones…. Pero, donde queda la acción, la realidad de lo que tanto añoramos, ,que realmente es producto de un simple deseo. Cada maestro que se forma debería de preguntarse cuál es su contribución a la destrucción de una tradición que hace de la educación un escenario limitado y oscuro. La pregunta resulta pues, el origen de todo, pero que ocurre si aun no existen a aquellos que se preguntan por la posibilidad de construir una escuela sin exclusiones basada en la espontaneidad, la creatividad y la naturaleza del niño.
¡Es el momento!... de emprender un cambio con el que la educación deja un lado los trapos viejos que la rodean y transforme lo más profundo de su esencia impulsando la creatividad y la productividad, preocupándose por el desarrollo de el niño y admirándose por lo que el mismo aprende desde sus propias experiencias e interacciones con el medio, pues como lo afirma Pestalozzi “la inteligencias solo puede adquirirse a través de la percepción sensible”. Por ello, dejemos de buscar y comencemos a actuar teniendo en cuenta que la mejor forma para lograrlo es transformando en concepto de maestro autoritario, alumno computador (callado y sabedor de todas las cosas) y escuela restrictiva, inalienable y ajena a la realidad de cada uno de sus miembros. Es en esta medida en la que surgen individuos (como Miguel López) que atreves del papel y su experiencia comienzan a plasmar y ejecutar soluciones que mas que palabras y bonitas frases reflejan que existe un problema, que puede enfrentarse y que no es la dificultad sino la incapacidad de muchos lo que impide solucionarlo.
La solución está aquí en cada escuela, institución, maestro, padre y alumno, solo falta el compromiso que impulse la adopción de modelos claros y acordes a las realidades y posibilidades. No busquemos una verdadera educación hagámosla siendo inclusivos. Con maestros cuya responsabilidad sea satisfacer todas las necesidades educativas del alumno en especial durante la infancia, motivando al infante en deseo de existir y aprender, la emoción por conocer y el deseo por cumplir con su papel de niño; que logren proyectar un futuro, creando en ellos la necesidad de descubrir los procesos necesarios para adquirir el conocimiento mediante la creación de espacios de convivencia, aprendizaje colectivo y democrático que cultiven La Cultura de la Diversidad; serán los responsables de enseñar estrategias al alumnado para resolver los  problemas de la vida cotidiana propios de cada estudiante logrando mejorar su calidad de vida en torno a través de la salida de campo que tuvimos a la universidad de Antioquia y el parque de los deseos a las “necesidades fundamentales del desarrollo personal, el bienestar emocional y material, las relaciones interpersonales, el bienestar físico, la autodeterminación, la inclusión social y los derechos” (Schalock.1996. Verdung, 2000).
A su vez, se necesitan de alumnos que crean en sus habilidades y luchen por perfeccionarlas no solo para el bien propio sino para el beneficio común; que indaguen, exploren y descubran mediantes sus sentidos, que logren recrear lo que observan y apliquen todo lo que aprenden a su cotidianidad; que generen espacio de convivencia con sus maestros y compañeros para que de manera conjunta compartan sus experiencias, respetando las de los demás y construyan conocimientos.